A través de esta defiende que la sexualidad no es un ámbito exclusivo de los adultos, y que desde que nacimos lo estamos experimentando de una u otra forma. Aunque hace bastante hincapié en un matiz fundamental y es el concepto de sexualidad, para él, sexualidad significa: todo aquello relacionado con el placer y las fuentes mediante las cuales este se obtiene.
Como bien hemos comentado en las líneas precedentes desde la infancia existen esas pulsiones sexuales. Freud se dedica a dividirlas en fases:
· Fase oral. Es la fase primeriza, la experimentamos todos nada mas nacer. La boca se convierte en nuestra zona erógena por excelencia, ya que el mamar nos resulta muy placentero.. esto da a lugar a que los niños pequeños se alimenten de manera inconsciente del chupete ya que lo relacionan directamente con el mamar del pecho de su madre.
· Fase anal. El placer en este caso se encuentra en el control y descontrol de los esfínteres. Empieza a inculcarse en el niño el Principio de Realidad por el cual las cosas se comienzan a hacer atendiendo a razones sociales.
· Fase fálica. El niño o niña descubre su organismo sexual y empieza la búsqueda del placer a través de ellos. Se da lo conocido como el Complejo de Edipo: se produce una atracción natural hacia el progenitor del sexo opuesto, y por el contrario un total rechazo al del mismo sexo.
· Fase de latencia y genital. En esta última fase se empieza a originar el Súper-yo; es decir, uno va asimilando lo necesario para poder ir controlando a su Ello, a la vez que se da la maduración física completo. La sexualidad empieza a centrarse por completo en la genitalidad.
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